Legado









Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Encarnación
Domina la geografía urbana. Levantada entre 1573 y 1768 de acuerdo a los planos de Fray Pedro de San Agustín, un monje jerónimo perteneciente al monasterio de San Pedro de La Ñora (Murcia). Sus extraordinarias dimensiones la convierten en el edificio más emblemático del paisaje urbano. El alto valor arquitectónico y escultórico de sus fachadas laterales y central refleja la grandiosidad que después veremos en el interior, con un retablo tallado realizado por Francisco Zesta (1769-1777), que quedó sin dorar. En la portada resalta el escudo de la Casa del Marqués de los Vélez y la Anunciación. Está flanqueada por dos torres cuadradas que alcanzan los 37 metros de altura, rematadas por cuerpos octogonales. El interior es de planta latina, con una gran cúpula y posee un órgano realizado por Gregorio Denoyen en 1796. Sin duda, nos encontramos ante el monumento más destacado del «Barroco Almeriense». Fue declarada Monumento Histórico Artístico con carácter nacional en 1981. Recientemente, en 1996, la iniciativa de la Revista Velezana ha puesto en la calle una magnífica monografía, con texto de las profesoras Nicolás Martínez y Torres Fernández y fotografías de Alberto Bañón, que acercan al lector de manera rigurosa y amena a sus particularidades y valores. Desde aquí la recomendamos a todos aquellos que quieran introducirse en un conocimiento más exhaustivo de la misma.
Vélez Rubio urbano
Asentado sobre una colina rodeada de vega, pronto se articuló en torno a la primitiva iglesia de San Pedro, construida en 1515, en la inmediatez de la pequeña fortaleza de El Castillico. Se genera así, durante los siglos XVI y XVII la primitiva zona cristiano-castellana, en torno a la Iglesia, el Castillico, el Concejo y el Pósito.En 1751, un terremoto dañó seriamente la construcción de San Pedro, que ante su estado ruinoso fue demolida, levantándose en su lugar la actual iglesia de la Encarnación. Palanques Ayén (1909) rememoraba así el suceso: «4 de Marzo de 1751 (...) Ocurrió entre dos y dos y media de la tarde, y fue de tal intensidad que sus efectos dejáronse sentir en casi todos los edificios de la población, muchos de los cuales quedaron en estado tan ruinoso que hubieron de ser totalmente demolidos y reedificados de nuevo. (...) Aquella tremenda sacudida geológica imprimió tan fuertes oscilaciones a la torre de la iglesia de San Pedro, que las campanas doblaron por sí solas largo rato, como si fuesen volteadas a media pino o impulsadas por una mano misteriosa, según testimonios de la época».Será durante los siglos XVIII y XIX cuando se produzca el mayor desarrollo urbano, apareciendo grandes vías, como la Carrera del Carmen, el Carril, o la Carrera de San Francisco. Lógicamente, a esta etapa corresponden los edificios y viviendas más representativos del municipio, de los que ahora reseñamos algunos.
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
Su posición le da nombre a uno de los ejes principales del municipio, la
Carrera del Carmen. Su construcción se realiza entre 1617 y 1628. Presenta una portada barroca y un retablo de la época, aunque ha sufrido añadidos posteriores. Durante los últimos años ha permanecido apuntalada, debido a sus deficiencias estructurales, hasta que la reciente intervención de restauración realizada por la Consejería de Cultura ha permitido reponer totalmente la cubierta y consolidar la obra. Precisamente con motivo de estas obras, cuando se levantó la cubierta pude observar con sorpresa cómo la Iglesia se había realizado en el interior de un edificio que ya exístia, de planta rectangular y realizado con muros de tapial. Es decir, la iglesia del Carmen no se levantó de nueva planta, simplemente se incorporaron las bóvedas y cúpula a una estructura rectangular ya existente, cuya funcionalidad anterior desconocemos. Otros edificios singulares de carácter religioso son la iglesia de San José, antigua tercia de granos de la casa señorial adosada a la vivienda del administrador del Marqués y reconvertida en capilla hacia 1888; y la iglesia del Convento de María Inmaculada, anexa al propio convento y construida en los primeros años del siglo XVII. Destaca su torre, con resabios mudéjares. Actualmente nos encontramos con un vacío clamoroso en el lugar de su retablo barroco, puesto que éste fue desmontado en la década de los 70, conservándose algunas columnas salomónicas en una de sus naves.


"Iglesia de Nuestra Sra. de la Encarnación"

En cuanto a los edificios civiles, destacaremos el Hospital Real, un edificio sólido adosado a la iglesia del Carmen, construido en 1765, de estilo barroco, con empleo del ladrillo y cajones de yeso blanco. Entre 1988 y 1991 se rehabilitó, siendo en la actualidad la sede del Museo de Arqueología «Miguel Guirao». Otro edificio singular encontramos en el barrio de El Fatín, se trata de la Almazara de aceite, probablemente la antigua tercia de la casa marquesal, construida, al igual que el anterior, con ladrillo y paños blancos. En la puerta presenta el escudo nobiliario. Actualmente sigue funcionando como almazara. Destacaremos también el Palacio de las catequistas, antes Casa del Administrador del Marqués. Su origen se remonta al siglo XVIII y, aunque ha sido sometido a algunas reformas, conserva el patio y el claustro. Por último, señalaremos el Ayuntamiento, que, construido en 1732, hoy sólo conserva de su obra original la fachada barroca, debido a una importante remodelación que ha afectado además a todo el entorno, y que ha permitido dejar exenta la iglesia.
Por otra parte, en la arquitectura doméstica velezana encontramos un patrimonio rico, que se puede agrupar a grandes rasgos en tres grupos. El de las mansiones señoriales de clara influencia barroca, construidas entre los siglos XVII-XVIII y comienzos del XIX. Las viviendas de grandes propietarios, realizadas a partir del XIX hasta el XX, y las viviendas de tipo historicista-modernista, construidas en los primeros años del siglo XX. Ante la importancia de su patrimonio, Vélez Rubio cuenta hoy día con un Plan Especial de Protección del Casco Histórico, único caso en toda la provincia almeriense. Este hecho, evidentemente, está incidiendo en la mejora reglada de todo su conjunto, posibilitando la unificación de sus construcciones, mejorando con el respeto a los entornos y recuperando unos espacios urbanos que permiten valorar adecuadamente sus particularidades. Se supera así una etapa cuyo legado más infortunado se materializó en un edificio de diez plantas de altura en las inmediaciones de la iglesia. En la Revista Velezana, publicación anual de carácter comarcal que ya cuenta con quince números, se pueden encontrar numerosos trabajos que enriquecen la visión del patrimonio arqueológico, histórico, artístico y urbano de este municipio.